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sábado, 27 de agosto de 2011

conviene aclarar al autor Brian Haderspock del art. Deslegitimar...que el efecto más inmediato del triunfo del voto NULO será un replanteo del esquema político y el principio del fin de la hegemonía autárquica del MAS

Las elecciones judiciales están “a la vuelta de la esquina” y la polémica gira en torno al voto nulo. Desde luego dicha “opción” de voto que tiene el Soberano alarmó bastante a la opinión pública y sobre todo al Gobierno de turno, y aunque el voto nulo siempre fue una opción del soberano, me parece paradójico la actitud de quienes niegan tal derecho y más bien amenazan con iniciar procesos penales en contra de quienes incentivan y hagan propaganda para votar nulo.

Pero bueno, se evidencia que las elecciones que se avecinan son de naturaleza especial, inédita por cierto, pero sobre todo sui generis en su reglamentación dada la prohibición de apoyo y critica en el ámbito de la campaña, es decir, lo inédito abarca las prohibiciones establecidas en la normativa vigente que regirá el proceso electoral, cuyo desconocimiento acarrea sanciones administrativas, económicas y hasta penales, aunque este último ámbito me parece impropio e incoherente en tal situación.

Volviendo al tema, al margen de poder, deber o no deber realizar campaña por el voto nulo, cabe preguntarse ¿Qué resultados o efectos podría alcanzar un alto porcentaje de votos nulos? La respuesta desde luego torna complicada, sabemos que unas elecciones donde un porcentaje relativamente alto de votos nulos resaltaría la inconformidad y rechazo, por parte del Soberano, de la naturaleza y finalidad de dichas elecciones. En términos precisos, denotaría una deslegitimación del proceso electoral. ¿Y qué significa aquello? Significaría de manera abstracta, el desconocimiento o falta de reconocimiento del proceso y los resultados obtenidos en la votación.

En el presente caso, podríamos confirmar que lo que se pretende deslegitimizar, principalmente, son los 2/3 con los cuales el partido oficialista viene arrasando, y consecuentemente, la preselección de los candidatos y por último el proceso electoral en sí mismo y los resultados finales obtenidos en las elecciones judiciales. No obstante lo dicho anteriormente, debemos ser realistas o mejor dicho, asumir nuestra realidad impuesta, y pensar en que desafortunadamente los efectos del voto nulo difícilmente alcanzará el real significado de un proceso deslegitimizado, hoy por hoy, sabemos y estamos conscientes de ello, y por ende, me quedo con un par de dudas en torno a la polémica del alcance de hacer o no campaña por el voto nulo y por último los efectos que dicha votación causaría. No quisiera que el lector me malinterprete, no pretendo insinuar a que voten o no voten nulo, es un derecho inherente e intocable del soberano, lo que mi persona cuestiona es el reconocimiento que verdaderamente pueda obtenerse en relación al porcentaje de votos nulos y consiguientemente los efectos en torno a la deslegitimización del proceso electoral.

Eso sí, lo que no cabe duda, es la existencia de nuestro derecho universal de ser libres pensadores, manteniendo nuestros ideales firmes y poder dar opiniones desemejantes, pero sin reproches. Al final de cuentas, a la hora de acudir a las urnas y depositar nuestro voto directo y universal, el único veedor es y será siempre El Señor “de arriba”. Por lo demás, se deja a criterio del soberano.
 

1 comentario:

  1. Agradezco la Aclaración. Ojalá hubiese entrado en efecto lo que usted alega, pero...
    Un Saludo.
    BH

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